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Receta: (12 unidades)

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Esta es una receta típica de Belém, un barrio de Lisboa (Portugal)

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Vamos a usar moldes de flan, que pueden ser de los desechables de aluminio y los engrasamos con una gota de aceite de oliva que repartiremos por sus paredes.

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Cortamos el hojaldre un par de centímetros más grande que la boca del molde e introducimos el disco de masa dentro. Con los dedos iremos adaptando la masa al fondo y las paredes del molde. No es necesario que la masa llegue hasta el borde. Los guardamos en el frigorífico mientras hacemos el relleno.

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Ponemos a calentar a fuego lento la leche, con la nata, el azúcar, la rama de canela y dos tiras de la piel de limón. (Reservaremos un poco de leche y de azúcar) . Ojo con la leche que no rompa a hervir. 

Mientras tanto, usaremos la leche y azúcar reservados y lo batiremos con  las cinco yemas. Añadimos la harina y batimos todo junto.

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Apartamos la leche del fuego. Ahora añadimos un poco de la leche caliente sin dejar de remover para que no cuajen las yemas y a continuación añadimos estas al recipiente de la leche, muy lentamente y sin dejar de remover. 

Ponemos el recipiente otra vez al fuego lento sin dejar de remover. Veras como poco a poco empieza a espesar hasta tener la consistencia de crema pastelera.

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Con ayuda de un cacillo repartimos la crema en los moldes con el hojaldre sin llegar al borde de la masa. 

Espolvoreamos con un poco de azúcar mezclada con canela en polvo y horneamos a 200º C a hornos medio unos 15 minutos o hasta que la masa se vea dorada.

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Mientras que se hornean y aprovechando que no nos ve nadie, repasaremos con una lengua de goma el resto de crema que ha quedado en la olla y nos la comeremos con todo el gusto del mundo... 

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Cuando salen del horno están así de crecidos y vistosos, pero cuando se enfrían se bajan... pero siguen estando deliciosos.